El equipo celebrando el título. Foto: Javier Alvarez.
Los Pioners de L’Hospitalet se proclamaron por cuarta vez en su historia campeones de la Liga Nacional de Fútbol Americano, al derrotar en la final a los Dracs de Badalona por un claro 24 a 8. El partido fue de absoluto dominio de los campeones quienes marcaron el ritmo del juego desde el primer momento, dejando sin opciones a los de Badalona. Teo Polanco dio una lección de estrategia al sorprender a los Dracs con el juego de carrera del retornado Marc Solà #24, bien apoyado por Rafa Todolí #2, dejando el juego de pase como segunda arma. . También en defensa supo parar el potente juego de los dos corredores de Badalona, que apenas brillaron en el partido. La final fue presenciada por unas 800 personas que disfrutaron de un gran partido entre las dos mejores escuadras nacionales.
Durante el primer cuarto a los Pioners les costó arrancar. Si bien la defensa no tenía mayor problema en controlar al rival, el ataque era castigado por una lluvia de pañuelos que hacía imposible el avance del balón. Sergio Vélez intentaba un field goal desde medio campo que quedaba corto.
Ya en la mitad del segundo cuarto, los árbitros daban un respiro a los ribereños y Andrew Robinson #9 empezaba a mover bien el balón, tanto por aire como por tierra. Finalmente sería él mismo el encargado de cruzar la goal line en carrera de una yarda, para avanzar a los Pioners en el marcador; Vélez conseguía el extra point. Salían los Dracs al ataque, con intención de empatar antes de la media parte, pero Guillermo Grande #25 interceptaba un pase de Zack Asack #2, devolviendo el balón a su ofensiva, a menos de dos minutos para el final. Y no desaprovechaban los ribereños la oportunidad, conectando Robinson un pase diagonal de 20 yardas sobre John Sheffield #6, quien entraba en la end zone, anotando un nuevo touchdown; Vélez anotaba el extra point. La primera parte acababa sin más.
Los de Badalona intentaban reaccionar en la segunda parte pero la defensa ribereña brillaba con luz propia y paraban una y otra vez los intentos de carrera de los de Oscar Calatayud. La línea defensiva se hacía dueña de la zona corta, imponiendo su ley. Por su parte, el ataque volvía a sufrir de manera incomprensible la penalización de los árbitros una y otra vez, avanzando y retrocediendo sin parar. Tendrían que ver cómo eran castigados con la anulación de un touchdown en una incomprensible falta que provocó una sonora pitada del numeroso público presente. Aun así, llegaban a avanzar gracias a la genialidad de Robinson y su grupo de receptores hasta llegar hasta la yarda 6, desde donde el americano lanzaba un suave y bombeado pase a la esquina, donde se encontraba Hugo Solo #18 quien atrapaba el balón, haciendo subir el tercer touchdown al marcador; Vélez no fallaba y conseguía un punto más.
Ya en el último cuarto, los ribereños se dedicaban a controlar el reloj, sabedores de su importante ventaja, llegando a la red zone, desde donde Vélez conseguiría anotar un field goal. Mientras, los Dracs seguían intentando anotar los puntos del honor. Finalmente lo conseguirían mediante sendos touchdown y conversión de dos puntos, ambos de carrera de Jason Hallen #17 , pero no sin polémica, pues ninguna de las dos jugadas debió darse por buena, como se vio a posteriori en las imágenes del partido, lo que volvió a provocar el enfado del público. Los Pioners, llegarían de nuevo hasta la red zone, pero renunciaban a anotar a falta de menos de un minuto para el final, poniendo rodilla en suelo, mientras Teo Polanco era remojado por sus jugadores, como es habitual en el fútbol americano.
John Sheffield era declarado jugador más destacable (MVP) de la final, tanto por su touchdown, como por sus aportaciones en ataque y en defensa, de manos de Cristian Alcázar, Regidor de Deportes del ayuntamiento de L’Hospitalet, que se estrenaba en el cargo. Finalmente, Guillermo Grande recibía de manos del presidente de AEFA, Fali Ascalcibar (también recién estrenado en el cargo), la copa que les acreditaba como campeones de la Liga Nacional.
De esta forma, los Pioners cierran una brillante temporada, consiguiendo su segundo doblete nacional (Liga y Copa) de manera consecutiva, tras hacerlo también en 2010, convirtiéndose en el mejor equipo nacional de los últimos 10 años.